Hoy os voy a contar cómo mantener afinados guitarras y bajos: con un buen cambio de cuerdas. Es como explicar un truco de magia, algo místico. Todos lo hemos hecho alguna vez, pero muchas veces nadie nos ha explicado cómo hacerlo para mantener la afinación. Mil veces he oido en el local de ensayo: "es que esta mierda de clavijas se desafinan". Pues vamos a ver si descubrimos pequeños truquitos al respecto.
1. Descubriendo las clavijas.
Toda clavija puede ser muy mala, o muy buena, muy cara o muy barata, ajustable o, las que menos, no ajustables. La mayoría tienen alguna forma de ajustar su resistencia a girar, a saber:
-Las de ajuste superior, que se ajustan apretando/soltando el tornillo (normalmente de estrella) que llevan en la parte de arriba de la llave.
-Las de ajuste inferior, que suelen llevar un agujero por el que se introduce una llave allen.
Debemos ajustar la dureza de las llaves. Si alguna está demasiado floja, será más susceptible a cambios de afinación. Tampoco hay que exagerar apretando, ya que puede sernos dificil afinar después la cuerda y podemos dar "de sí" la cabeza del tornillo impidiendo cualquier modificación posterior.
2. Acortando el camino.
Debemos dejar una cuerda de un largo que nos permita enrollarla en la clavija dando de 2 a 3 vueltas y media, ya que menos cuerda no se sujetará, y más hará que la tensión en la cuerda enrollada sea irregular provocando que esté constantemente reajustándose y nosotros fuera de tono.
Para cortar la cuerda dóblala 90º como un centímetro antes del corte. Así cuidamos de que no se deshaga el entorchado.
3. Atando cabos.
En las guitarras que NO TIENEN puentes tipo Floyd Rose(R), la parte de la cuerda que lleva un tope va en el puente, o en la parte de atrás de la guitarra si esta lleva las cuerdas atravesando el cuerpo. La otra parte irá a las clavijas.
La parte del puente no debemos tensarla nosotros, sino que debemos permitir que la bola (y la cuerda) giren para no crear tensiones internas en la cuerda y acortar así su vida útil.
Hay 2 tipos principales de clavijas:
1.-las de guitarras y muy pocos bajos, consistentes en un cilindro atravesado por un agujero perpendicular al cilindro por donde metemos la cuerda y hacemos un lazo para que se quede fija, como se ve en la imagen de la derecha.
2.- Las clavijas de la mayoría de los bajos que llevan un "canal" de lado a lado de la clavija con un agujero en medio. Se dobla la punta de la cuerda en L y se introduce en el agujero.
En ambos casos, tras "atar" la cuerda, y sujetándola con una mano de manera que cada vuelta se vaya situando por debajo de la anterior, con la otra mano vamos girando la llave para recoger la cuerda en ella y así irla tensando. Cuando esté medianamente tensa, la llevamos a su afinación con ayuda de un afinador y ajustándo la parte de la cuerda en contacto con el puente.
4. ¡¡De ahí no te muevas!!.
A las cuerdas, al principio, les cuesta un poco "ajustarse" a la tensión exacta. Por eso la gente tira de ellas un poco (unos 3-5 cm) a la altura del traste 12, la suelta y vuelve a afinar. Se repite la operación hasta que no se desafine, que deberían ser 3 o 4 veces. Otros tiran y sueltan la cuerda dejándola golpear contra el diapasón. A mi me gusta más el primer método.
Una vez que se han cambiado, atado y estirado todas las cuerdas, tocamos unos 10 o 15 minutos (con ganas), y tras ellos volvemos a afinar. Esta vez la desviación del tono ideal debe ser mínima.
A partir de ese momento debería mantenerse ajustada la afinación del instrumento, no perfectamente, pero sí muy próxima a la afinación ideal.
5. Del mito a la realidad.
Hay gente que sigue cambiando las cuerdas una a una para evitar un cambio de tensión brusco al mástil. Aunque es una posición más que respetable, esto es un "conocimiento heredado" de otra época en la que ni los mástiles ni los almas eran tan duros como los de ahora.
Yo siempre he cambiado (ahora con menos miedo) las cuerdas todas a la vez. Esto tiene una ventaja sobre el otro método: te permite limpiar la guitarra cómodamente. Sé que están de moda los "relic", pero a mí me gustan más los instrumentos "como salidos de fábrica".
" El arte de dirigir consiste en saber cuando hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta."
Herbert Von Karajan
Toda clavija puede ser muy mala, o muy buena, muy cara o muy barata, ajustable o, las que menos, no ajustables. La mayoría tienen alguna forma de ajustar su resistencia a girar, a saber:
-Las de ajuste superior, que se ajustan apretando/soltando el tornillo (normalmente de estrella) que llevan en la parte de arriba de la llave.
-Las de ajuste inferior, que suelen llevar un agujero por el que se introduce una llave allen.
Debemos ajustar la dureza de las llaves. Si alguna está demasiado floja, será más susceptible a cambios de afinación. Tampoco hay que exagerar apretando, ya que puede sernos dificil afinar después la cuerda y podemos dar "de sí" la cabeza del tornillo impidiendo cualquier modificación posterior.
Debemos dejar una cuerda de un largo que nos permita enrollarla en la clavija dando de 2 a 3 vueltas y media, ya que menos cuerda no se sujetará, y más hará que la tensión en la cuerda enrollada sea irregular provocando que esté constantemente reajustándose y nosotros fuera de tono.
Para cortar la cuerda dóblala 90º como un centímetro antes del corte. Así cuidamos de que no se deshaga el entorchado.
En las guitarras que NO TIENEN puentes tipo Floyd Rose(R), la parte de la cuerda que lleva un tope va en el puente, o en la parte de atrás de la guitarra si esta lleva las cuerdas atravesando el cuerpo. La otra parte irá a las clavijas.
La parte del puente no debemos tensarla nosotros, sino que debemos permitir que la bola (y la cuerda) giren para no crear tensiones internas en la cuerda y acortar así su vida útil.
Hay 2 tipos principales de clavijas:
1.-las de guitarras y muy pocos bajos, consistentes en un cilindro atravesado por un agujero perpendicular al cilindro por donde metemos la cuerda y hacemos un lazo para que se quede fija, como se ve en la imagen de la derecha.
2.- Las clavijas de la mayoría de los bajos que llevan un "canal" de lado a lado de la clavija con un agujero en medio. Se dobla la punta de la cuerda en L y se introduce en el agujero.
En ambos casos, tras "atar" la cuerda, y sujetándola con una mano de manera que cada vuelta se vaya situando por debajo de la anterior, con la otra mano vamos girando la llave para recoger la cuerda en ella y así irla tensando. Cuando esté medianamente tensa, la llevamos a su afinación con ayuda de un afinador y ajustándo la parte de la cuerda en contacto con el puente.
A las cuerdas, al principio, les cuesta un poco "ajustarse" a la tensión exacta. Por eso la gente tira de ellas un poco (unos 3-5 cm) a la altura del traste 12, la suelta y vuelve a afinar. Se repite la operación hasta que no se desafine, que deberían ser 3 o 4 veces. Otros tiran y sueltan la cuerda dejándola golpear contra el diapasón. A mi me gusta más el primer método.
Una vez que se han cambiado, atado y estirado todas las cuerdas, tocamos unos 10 o 15 minutos (con ganas), y tras ellos volvemos a afinar. Esta vez la desviación del tono ideal debe ser mínima.
A partir de ese momento debería mantenerse ajustada la afinación del instrumento, no perfectamente, pero sí muy próxima a la afinación ideal.
Hay gente que sigue cambiando las cuerdas una a una para evitar un cambio de tensión brusco al mástil. Aunque es una posición más que respetable, esto es un "conocimiento heredado" de otra época en la que ni los mástiles ni los almas eran tan duros como los de ahora.
Yo siempre he cambiado (ahora con menos miedo) las cuerdas todas a la vez. Esto tiene una ventaja sobre el otro método: te permite limpiar la guitarra cómodamente. Sé que están de moda los "relic", pero a mí me gustan más los instrumentos "como salidos de fábrica".
" El arte de dirigir consiste en saber cuando hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta."
Herbert Von Karajan